El día a día de un agente inmobiliario.
Muchos pueden pensar que el trabajo de un agente inmobiliario se reduce a hacerse con una cartera de viviendas para después visitarlas con potenciales clientes y cerrar su venta. Si bien esas dos tareas son las fundamentales, la labor de un agente es mucho más compleja y hay otras muchas cosas que se deben hacer para llevar a buen puerto la venta inmobiliaria.
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Antes de nada, debes tener unos conocimientos básicos para afrontar tu jornada sin tropiezos. Vamos a dar un repaso de lo mínimo que debes controlar para hacer bien tu trabajo.
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Dependiendo de en qué fase te encuentres, la comercialización de un inmueble requiere de unas acciones u otras, empezaremos por identificar estas fases y determinar que tareas necesitamos llevar a cabo en cada una de ellas.
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Cada cliente es un mundo y no va a pasar ni un solo día sin que te enfrentes a situaciones nuevas. Por eso, nuestro oficio requiere un aprendizaje constante y una actualización que nunca termina.
1.- Podemos comenzar con la parte productiva.
Documentación lista.
Formación inicial superada.
Marketing personal completo.
Redes sociales activas.
Estructura de agenda.
Primero lo importante, después lo urgente.
Acostúmbrate a bloquear tiempos.
Contactos cada día.
Mantenimiento CRM.
Acciones de marketing.
La mejor hora para cada tarea.
Módulos de formación en vídeo.
Calendario cíclico de formaciones.
Reserva de mentorías y acompañamientos.
Otras fuentes de formación.